MANJAR BLANCO - Begoña y Teresa Buil

Manjar blanco representa la inocencia devorada y, al mismo tiempo, la esperanza exquisita. Ángeles y monstruos humanos pueblan estas historias que, a veces, adquieren un aire de ensueño desde su ambigüedad de espacio y tiempo, desde la imposibilidad de conocer el último porqué de las cosas, su faceta inabarcable.  Bebe de los cuentos clásicos de hadas y fantasmas, del relato social, del realismo mágico y de los cuentos de terror. La nieve, que tanto purifica los paisajes como cubre la sangre de un crimen; el agua, que brotando es vida y estancada culpa o muerte; la luz, que permite sumirse en la belleza, mas también puede cegar con su destello, son elementos que refuerzan el misterioso azar que impregna estas narraciones.